Mientras usted lee estas líneas está escuchando de fondo la presentación que un verdadero maestro de ceremonia, Paco Navarro, hizo de cada una de las Estrellas Fania en su histórico primer concierto en Perú, en el Estadio de San Marcos, hace exactamente seis días. Seguidamente, escuchará también los primeros minutos de cada canción que el pelotón de generales Fania regalaron a este pueblo que los esperó sin desesperar. Estos seres mitológicos convirtieron un estadio limeño en el Olimpo cuando dejaron sudor y entrega mientras escribían el capítulo más importante de la historia salsera peruana. Si fue recuérdelo, sino imagine la noche llena de emociones y sorpresas que vivimos varios miles de privilegiados.
Las Estrellas Fania en Perú.
Poco importa la ubicación que tuvimos, ya sea en tribuna, parado, de lado o sentado, y por qué no fuera del estadio; lo importante era ser parte del espectáculo salsero más esperado de todos los tiempos, el concierto soñado, gozar con las Estrellas Fania por primera vez en Perú y a los cuarenta años de su histórico concierto en Cheetah.
Desde entonces, las emociones de las miles de personas que soñaban despiertas durante el concierto han sido reproducidas con sentimiento desde la esquina hasta en los más prestigiosos medios informativos. Sin perder de vista la más popular de las redes sociales, desde donde dos de los más importantes portales salseros locales informaron segundo a segundo, de la mano, las ocurrencias con cinco días de anticipación, desde antes incluso que partan rumbo a Perú: Mambo-Inn y Radio El Salsero, Radio El Salsero y Mambo-Inn, lograron una cobertura excepcional, muy a la altura de la magnitud del evento, de la mano –insisto-, sin codazos ni zancadillas, muy por el contrario, a pulso y sentimiento, comprometidos con su más férrea pasión, esa que los puso donde están. Mi admiración a ambos.
Enrique Vigil
Se han escrito decenas de reseñas, esta vez toca ponerle dedos al corazón y dejarlo escribir.
Para tener una idea de lo que significa Fania All Stars para la música latina, voy a transcribir textualmente parte de lo que dice la información escrita que brindaron los organizadores en la conferencia de prensa: “Imagínese a los miembros de The Beatles, Led Zeppelín, Pink Floyd y Queen grabando y haciendo giras todos juntos en nombre de la diversión. Suena como un sueño ingenuo, ¿no? Y, sin embargo, eso es exactamente lo que la Fania All Stars hizo dentro de la salsa”. Si un fenómeno así ocurriera con las más representativas estrellas de rock imagínense el impacto mundial que tendría.
Con Octavio Gutiérrez, en la conferencia de prensa.
En comprensible entonces la expectativa que la presentación de las Estrellas Fania causó en nuestro medio, en los salseros peruanos y por qué no latinoamericanos, sino preguntémosle a las delegaciones de hermanos ecuatorianos, colombianos, argentinos y chilenos que conocimos durante cuatro días de sacrificado y agobiante trabajo cubriendo las incidencias previas al concierto. Trabajo voluntario, tan sacrificado como sabroso!!
Conversando con Ismael Quintana.
Me atrevo a decir que Ismael Quintana y Bobby Valentin, por citar solo dos, no esperaban tantas muestras de afecto, tantos salseros ansiosos por escucharlos, por verlos, por tocarlos. Tampoco Cheo Feliciano, Ismael Miranda y Papo Lucca en sus innumerables visitas a Perú, habían sentido el desborde popular que significó su presentación con las Estrellas Fania. Acaso los empresarios sí lo tenían considerado?, tampoco!, sorprendidos quedaron cuando se dieron con la masa humana recurriendo al ingenio y viveza criolla para conseguir el contacto soñado, la foto deseada.
Pandilla!!
Ricardo Gutierrez, Octavio Gutiérrez, Adalberto Santiago, Chanthony, Christian Mejía y Eduardo Livia
Estábamos aguantados, sí. Aguantados por verlos y disfrutarlos, por dejarnos atrapar por esa magia que permanece intacta, porque a pesar que los años y el letargo desaceleran su andar, el sabor y sentimiento siguen tan vivos como en los setentas, sino, basta ver a Ismael Quintana sobre el escenario peruano, con tantos calendarios encima como entrega y profesionalismo; lo mejor de la noche, para muchos de nosotros.
La orquesta madre, la precursora, la responsable de la afición salsera de millones de personas en el mundo, anclaba su barco en Lima, para demostrar por qué tiene tantos seguidores a pesar que muchos de sus integrantes han formado una sinfónica de sabor en el cielo, con mucho saoco. Recordados fueron quienes ya no están físicamente, nostalgia pura. Lágrimas de muchos solo apaciguadas por empinadas de codo e inhalaciones profundas, para mojar la garganta, poner paño frío al corazón y distraer emociones.
La banda –también de delincuentes- estuvo reforzada, no era un secreto. A pesar de ello, los músicos de refuerzo no dejaron sentir la ausencia de sus predecesores, quienes plantaron semilla para que generaciones futuras sigamos comiendo frutos del mismo árbol. Así, coro, vientos y dirección musical estuvieron tan inspirados como los Fania originales, lo que completó el ensamble perfecto para la magnífica demostración de cómo debe sonar una orquesta de verdad. A pesar de uno que otro desnivel en el sonido, la banda como conjunto estuvo impresionante. Si así sonó parchada y sin la vitalidad propia de la juventud, cómo habrá sonado en sus años de opulencia?
La banda –también de delincuentes- estuvo reforzada, no era un secreto. A pesar de ello, los músicos de refuerzo no dejaron sentir la ausencia de sus predecesores, quienes plantaron semilla para que generaciones futuras sigamos comiendo frutos del mismo árbol. Así, coro, vientos y dirección musical estuvieron tan inspirados como los Fania originales, lo que completó el ensamble perfecto para la magnífica demostración de cómo debe sonar una orquesta de verdad. A pesar de uno que otro desnivel en el sonido, la banda como conjunto estuvo impresionante. Si así sonó parchada y sin la vitalidad propia de la juventud, cómo habrá sonado en sus años de opulencia?
No sabemos si esta será su última presentación como grupo. A lo mejor la repercusión, comentarios, crónicas y reseñas del concierto despiertan el interés de empresarios de otros países. De ser así, amenazamos con ir a verlos, esta vez como foráneos. Bien vale la pena cualquier esfuerzo para ver nuevamente a la tropa de generales reunidos en un mismo sentimiento, un solo corazón.
Mientras tanto, en el ámbito local, esperamos que esta exitosa aventura empresarial sirva para que otros tomen la posta y sumen iniciativas bien organizadas que ayuden a mantener vivo el movimiento salsero. Solo así, invirtiendo por un lado y asistiendo por el otro, podremos revertir el olvido de la radio comercial por esta música. Esperamos decir -en este sentido también- que Fania marcó un antes y un después en Perú.
Ya se ha dicho mucho, y aunque aun hay otro tanto por contar, disfrutemos los rezagos de aquella tocada divina mientras volvemos a la normalidad; aunque está pendiente una gran reunión entre amigos -post Fania- para recordar, comentar y compartir lo que a cada uno le tocó gozar.
Oye que rico suenan…
Chanthony